Era se una vez una familia que vivía en un gran pueblo. Eran ricos y tenían una casa muy grande y bonita con tres plantas. También una terraza con una buena fuente de agua y una piscina muy larga con un trampolí.
Todo el mundo los conocían y se llevaban muy bien con la gente del pueblo. Pero estaban muy desesperados porque llevaban muchos años casados y no podían tener hijos. De repente apareció una ancianita que llevaba varios días sin comer.
Se quedó muy sorprendida al ver la casa. Los dueños la vieron y le preguntaron que le pasaba y ella le contestó que tenía hambre.
Entonces la invitaron a comer y todo lo que quisiera. Le pusieron un buen menú: De primero lentejas con verdura, de segundo filete de pescado con puré y de postre tiramisú de chocolate.
La ancianita les dió las gracias de lo bien que se habían portado con ella se convirtió en hada madrina diciéndoles que pidieran tres deseos: El primero un vestido nuevo para la fiesta. El hada cogió su varita mágica y le regaló un vestido verde agua con brillantes y un lazo de beige.
El segundo tener un huerto de árboles frutales por ejemplo; perales, fresales, plataneros, melocotoneros, naranjos, limoneros,etc.
Y de tercero que llevaban mucho tiempo juntos y querían un hijo pero no podían. Esta vez les dió una semillas de garbanzos diciéndoles que los plantara porque eran mágicos. Entonces la mujer plantó dos semillas en una maceta y las regó. Unaa empezó a crecer y la otra no. Era una planta muy bonita pero rara. Al anochecer salieron unas florecitas moradas y al abrirse salió un niño más pequeño que un enanito.
Empezó a hablar diciendo que llevaba mucho tiempo viviendo en las flores y que quería encontrar unos padres. Se encariñaron y fué a pedirle una opinión a su marido a ver si se quedaban con el muchachito. Los dos dijeron que si y eran muy felices. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
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