Era se una vez unos juguetes que vivían en una juguetería.
Cada vez se separaban unos de los otros porque la gente los compraban para sus niños. Otros se quedaban, discutían mucho y se peleaban.
Estaban en las últimas estanterías juntos a los peluches y a los coches de carrera. Eran vaqueros con sus pistolitas de plástico y sus caballitos de madera. Pero mayormente formaban una guerra con los juegos de mesa; ocas, parchís, damas, etc y con las muñecas de goma.
Pero una mañana llegaron una pandilla de niños y cada uno compró una bolsa de vaqueros iban muy contentos. Aquellos juguetes se alegraron de haberlos sacado de la estantería. Y los demás juguetes saltaban de alegría por haberle quitado aquellos traviesos juguetes.
Los niños se pusieron a jugar en el parque con los vaqueros y se lo pasaban muy bien. Eran felices y de vez en cuando los vaqueros visitaban a sus compañeros de la juguetería por que los echaba de menos. Sobre todo a los juegos té. les contaba sus aventuras con los niños y nunca más se peleaban. Y colorín colrado este cuento se ha acabado.
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